viernes, 15 de abril de 2011

Gattaca

Vamos a comentar la película Gattaca, en la que los ñiños nacian genéticamente perfectos, el protagonista es un niño que no es genéticamente perfecto y su sueño es ser astronauta y por no ser genéticamente perfecto no podia serlo.Es un mundo en el que se discrimina a los que no son genéticamente perfectos, es decir, que son diferentes al resto, en nuestra sociedad actual es muy parecido no es por nuestros genes porque aún no está tan avanzado, aunque ya podemos elegir: el color de los ojos, del pelo, etc... pero no podemos diagnosticar las enfermedades futuras que tendrá, ni hacer que sea perfecto, pero si que nos discriminamos por el color de piel, por la religión o por alguna deficiencia mental o física. Creemos que en un futuro no muy legano podríamos llegar a ese punto pero no nos parece bien que se discrimine de ninguna forma a las persona pero esta es mas extrema porque, que no puedan acceder a ciertos trabajos por sus genes es terrible.
Nosotras pensamos que somos lo que nos vamos construyendo a lo largo de nuestra vida no somos diferentes por nuestro genoma, da igual como sean tus genes, puedes tener unos genes perfectos y ser una mala personas, odiada por todos y al contrario, tener unos malos genes y ser una gran persona.
Pensamos que es mejor luchar y cambiar esta sociedad tan injusta en vez de tener que hacernos pasar por otras personas, sería dificil pero no imposible al igual que se han cambiado otras cosas a lo largo de la historia.
Como conclusión: ojalá no llegemos a ese punto tan extremo de tener que hacernos pasar por otras personas.

sábado, 26 de febrero de 2011

enfermedades

Progeria


Quien padece esta enfermedad envejece a un ritmo desbocado. A los diez años la víctima tiene el estado físico de un anciano de 80 años,lo que incluye padecer enfermedades típicas de la edad, como la artritis. Normalmente, la víctima muere a los 12 o 13 años de demencia senil. Esta enfermedad tiene un origen genético y afecta a uno de cada ocho millones de nacimientos. No se le conoce cura ni tratamiento paliativo. La forma más severa de esta enfermedad es la llamada síndrome de Hutchinson-Gilford nombrada así en honor de Jonathan Hutchinson, quién fue el primero en describirla en 1886 y de Hastings-Gilford quien realizó diferentes estudios acerca de su desarrollo y características en 1904.


Al nacer, los niños con progeria parecen normales aunque esclerodermas, cianosis facial y nariz esculpida pueden ser aparentes. Los síntomas se manifiestan durante el primer año, con uno o con varios de las siguientes anomalías: retardo en el crecimiento, alopecia, anomalías en la piel.


El promedio de vida en niños enfermos es de 13 años, pero puede estar entre 7-45 años, aunque la supervivencia más allá de la adolescencia es inusual. En más del 80% de los casos la muerte se debe a complicaciones que surgen, como la ateroesclerosis, fallos en el corazón, infarto del miocardio y trombosis coronaria.

Mal de Ondina



Esta enfermedad supone que la respiración no funciona de forma automática. Esto significa que la persona tiene que dirigir su respiración de forma consciente y si deja de hacerlo, deja de respirar con lo que puede morir asfixiada.





Esta enfermedad tiene su origen en una lesión en el bulbo raquídeo o en los nervios que controlan los músculos pulmonares. El problema mas grave viene durante el sueño; en estos casos el tratamiento es aplicar oxígeno al enfermo. No tiene cura.

Sindrome de Riley-Day

Incapacidad para sentir dolor. El enfermo tiene sentido del tacto, pero las sensaciones que deberían producirle dolor no lo hacen. Las personas que padecen este mal son incapaces de darse cuenta de que han sufrido heridas, quemaduras o roturas de miembros, por lo que suelen morir muy jóvenes a causa de accidentes o de acumulación de heridas.


Esta enfermedad se origina por la incapacidad de producir los neurotransmisores que transportan los mensajes de dolor. No tiene cura ni tratamiento paliativo.

Síndrome de Moebius

Debido a que no se desarrollan algunos nervios faciales, las personas que nacen con este síndrome carecen de expresión facial. No pueden sonreír, ni fruncir el ceño, etc. Tampoco pueden mover lateralmente los ojos ni controlar el parpadeo. A menudo se les puede encontrar durmiendo con los ojos abiertos. Tienen grandes dificultades en succionar, tragar, hablar y cualquier actividad en la que estén implicados los músculos de la cara.




 
Síndrome de la mano ajena



La “mano ajena” se presenta cuando las lesiones cerebrales se sitúan en la zona del cuerpo calloso que afecta al miembro “no dominante” (es decir, la mano izquierda si se es diestro). En este caso, la mano izquierda se activa por la acción de la mano dominante (derecha) creando un conflicto entre ambas manos.

“Cuando me subo los pantalones con la mano derecha”, dice un paciente, “la mano izquierda empieza repentina y simultáneamente a desabotonar mi camisa”.